Cómo limpiar con lejía y amoniaco

 In Servicio doméstico

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Consejos para usar lejía y amoniaco en la limpieza

¿Quieres saber si estás utilizando la lejía y el amoniaco de forma correcta en la limpieza del hogar? Para responder a esta pregunta, hoy queremos ofrecerte información y algunos consejos para que tengas la tranquilidad de saber que usas de forma correcta estos productos de limpieza en tu día a día.

Tanto la lejía como el amoniaco son los productos de limpieza que más se utilizan en el hogar ya que ofrecen grandes beneficios en la desinfección y en la eliminación de bacterias y microorganismos. Pero, a pesar de esto, es importante saber cómo utilizarlos de forma adecuada, sin abusar de ellos y para poder conseguir el resultado que esperamos para limpiar nuestra vivienda.

Para conseguir espacios donde los presentes puedan sentirse seguros y cómodos, no podemos descuidar su limpieza. La limpieza debe realizarse de forma periódica para poder garantizar condiciones de salubridad adecuadas y para evitar que la suciedad y las bacterias estén presentes. Para conseguir los mejores resultado es fundamental saber cuáles son las características y funciones de los productos de limpieza como la lejía y el amoniaco.

La lejía, también conocida como hipoclorito de sodio,  es un producto cuya función es oxidativa. En otras palabras, con la formación y la liberación de radicales libres ayuda a asegurar eliminar los microorganismos y bacterias presentes en las superficies.

Por otro lado, el amoniaco es un producto cuya mayor cualidad es su poder desengrasante, es decir que nos ayuda en la eliminación de manchas en textiles, alfombras y cortinas entre muchos más. Así mismo cuenta con muchas otras ventajas.

Uso de la lejía y amoniaco como desinfectante o quitamanchas

¿Aún te preguntas cómo usar la lejía y el amoniaco en la limpieza diaria de tu hogar? Estos dos productos a pesar de ser utilizados en la limpieza corriente es importante saber cuáles son sus propiedades específicas y en qué tipo de limpieza emplearlos.

En el caso de la lejía, esta puede utilizarse cuando lavas ropa blanca ya que sus propiedades blanqueadoras te ayudarán a eliminar manchas, a limpiar suciedad y al realzar el color blanco de tu ropa. Sin embargo, debes controlar la cantidad de lejía que utilices ya que de lo contrario podrías ocasionar la aparición de manchas amarillas en la ropa blanca.

La lejía también es muy usada para limpiar superficies y de esta manera asegurarnos de eliminar bacterias y otros microorganismos. Recomendamos su uso como desinfectante en estancias como el baño y la cocina.

Por su parte, el amoniaco como ya hemos mencionado, tiene una alta eficacia en la eliminación de manchas. Así mismo, este producto destaca por ser desengrasante y por lo tanto es ideal para limpiar superficies en la cocina como los azulejos o la encimera o cristales. Sin embargo, es importante tener en cuenta que para utilizar correctamente el amoniaco, debemos diluirlo con agua para evitar intoxicaciones.

Consejos para el uso correcto de la lejía y el amoniaco

Si quieres utilizar correctamente la lejía y el amoniaco en la limpieza diaria del hogar sigue las siguientes recomendaciones que te damos:

Ambos productos son corrosivos y por lo tanto deben ser manejados con precaución. Para ello, debes leer las instrucciones de cada fabricante para poder saber cuál es la cantidad adecuada que debemos utilizar.

También es importante saber que no debes mezclar estos productos con otros ya que podrías ocasionar una reacción química que libere gases y que produzcan intoxicaciones.

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