Recomendaciones para evitar conflictos con tu empleada doméstica
Cómo evitar conflictos con tu empleada doméstica
Por mucho que queramos evitarlos, los conflictos con cualquier persona son algo totalmente desagradable y más si esa persona es tu empleado y compartes gran parte de tu día con él. Todos y cada uno de nosotros somos susceptibles de sufrir algún desencuentro con nuestro servicio doméstico, sobretodo cuando se trata de personas internas, es decir, que conviven con nosotros de una manera continua.
Es posible que desde un primer momento no exista ningún pero y que esa falta de entendimiento se manifieste más tarde, o quizás ese feeling que buscábamos con nuestra empleada no exista a lo largo de la relación laboral o quizás también pueda tratarse de que se ha sobrepasado la fina barrera entre la relación laboral a la personal.
¿Qué hacer en estos caso?
Sea como fuere, existen muchas causas que nos pueden llevar a un desentendimiento y posterior conflicto con nuestra empleada del hogar llegando a provocar situaciones incómodas, tensas… ¿Qué podemos hacer frente a esta situación?
Si la relación con nuestra trabajadora está comenzando, o en cambio ya ha madurado y ya han comenzado los problemas, aún estamos a tiempo de poner remedios. Por eso te recomendamos estos 5 consejos para sortear cualquier tipo de conflictos con tu empleada del hogar:
- Indiscutiblemente, el primer paso para evitar un posible problema es anticiparse, es decir, seleccionar bien a tu trabajadora. En Quality Services no hacemos distinciones entre personas “buenas” o “mala”, sino reiteramos que cada familia es un mundo y con unas necesidades totalmente diferentes. Por eso es necesario que barajes bien las opciones y sigas los consejos que ya te ofrecimos a la hora de contratar tu empleada del hogar.
- ¿Eres exigente? Entiende que igual debas serlo pero hasta cierto punto. Comprende que para una persona que desconoce tus preferencias, va a resultar complicado conocer qué tareas son prioritarias, el gusto culinario o las referencias a la hora del orden en los armarios, como doblar la ropa o el planchado. Por no decir los horarios. Se más compresivo y hazte entender de forma sencilla, correcta y directa.
- Frente a las regañinas, practica las críticas constructivas, de esta forma tu empleada del hogar verá como puede mejorar esos aspectos que no te convencen sin congojas ni actitudes déspotas. De este modo entenderá mejor lo que quieres sin interrumpir o influir en su trabajo y lo más importante, sin que el ambiente se enrrarezca.
- Toda cuestión que se detecte a tiempo, es mejor y más sencillo de resolver. Comenta cada aspecto en el momento indicado, es decir, en el que esté sucediendo, sin dejar nada en el tintero, siempre eso sí, desde el respeto y de manera profesional.
- Sin pasarse de la raya; vida profesional vs vida personal. Ojo a sobrepasar los límites entre ámbito profesional y personal. Establecer una relación personal hacia nuestra empleada del hogar, en la mayoría de los casos no acaba nada bien. Con esta afirmación no queremos decir que no se pueda establecer relación alguna pero eso sí, siempre con cautela y manteniendo los roles de ambas personas cuando la situación y el lugar lo pidan. Este quizás es el punto más complicado por que delimitar bien esa delgada linea es complicado, pero si consigues ese equilibrio… ¡Lo tienes hecho!